Tuesday, September 18, 2007

El Rey Juan Carlos y las orejas del lobo

Pues nada, ya estamos instalados en la vorágine de la vuelta de vacaciones, y llega la hora de ponernos al día y analizar brevemente algunas cosillas ocurridas o que vienen ocurriendo.

No tan plácido como el de los últimos años ha sido en 2007 el veraneo del Rey, ni en Mallorca ni en ninguno de los otros sitios en que haya estado. Para empezar, la pantomima de EL JUEVES, en la cual el Fiscal General del Gobierno (sí, sí, del Gobierno) aparece como premiado actor secundario interesando el secuestro de tan "progre" publicación.

A nadie se le debería escapar que el Fiscal, siguiendo las instrucciones de su baranda mayor, se ha conducido con la única intención desprestigiar a la Corona, a la Monarquía y a todo el rollo que la acompaña. Ha puesto en portada de medio mundo el dibujito de marras, publicado con un palmario ánimus iocandi que terminará declarando el tribunal que se vea obligado a perder el tiempo y el dinero de los ciudadanos con ese juicio oral, absolviendo a los directores de la revista, sin la más mínima duda. Ha conseguido también (eso era exactamente loque perseguía Candi) que aquéllos que no ven más allá de un palmo consideren (indignadísimos) que la Corona sigue teniendo unos privilegios fuera de lugar, anacrónicos e insultantes para el pueblo.

¿A quien cree don Cándido (y compañía) que va a engañar con la cantinela de que está defendiendo la institución monárquica?

Aluego, el Rey sufre el amago de desprecio de un sujeto de ERC en Baleares que, muy digno y progresista él, anunció que no iba a asistir a la recepción que el Rey daba en Mallorca, que cómo se iba a prestar él, tan republicano, a hacerle el juego a la figura más antidemocrática del país. Como era de esperar, el de ERC se rajó a la primera de cambio, se olvidó de su progresía, se puso un traje y una corbata "como dios manda" y fue a la recepción a inclinar la testa ante el Monarca.

Endispues la plana mayor del P(SOE) le amaga un nuevo desprecio al Rey, al anunciar que no iba a asistir a la inauguración del año judicial, que preside el Monarca como es costumbre. Todo ello fuego azuzado por el Ministro Bermejo, radical declarado y Fiscal ideológico, que declaró admitir y entender que parte de la progresía con la que se ajunta le hiciera el feo al Rey, claro, por culpa del PP que no quiere renovar el CGPJ.

De nuevo como se esperaba, los "superprogres" se rajan y mandan al ínclito López Garrido, ex comunista y pensador excedente desde que entró en política (ya antes hizo sus prácticas), para que el feo no lo sea tanto. De nuevo el triste espectáculo del republicano/progre/socialisto (sí, sí, socialisto) inclinando el molondro ante el Rey de España.

Total, que el Rey, que siempre se había declarado partidario del buen rollito socialista y de los gobiernos de izquierda (como si los hubiera habido, primero, y como si supiera el Monarca de qué van, segundo) comienza a percatarse de lo que sus fieles de verdad le venían diciendo hace ya tiempo: que los señoritos del P(SOE) le quieren mojar la oreja con carácter futuro, es decir, que tú, Juan Carlos, pase, que caes simpático, pero el niño Felipe y su santa lo tienen crudo para seguir con el tinglado real.

Sólo cuando las orejas del lobo asoman por el horizonte el Rey se empieza a preocupar, y pone a los suyos a intentar arreglar el desafuero que viene, comenzando con una colocación inteligente y eficaz de personas de probada lealtad en el Consejo de el periódico EL MUNDO, que ha pasado desapercibida a pesar de su hondo calado de intención.

Veremos en qué acaba la evidente acción contra la Corona que urde y organiza el presidente del Gobierno del buen rollito. Juanca, con amigos como estos... y lo que sigue.