Sunday, September 23, 2012

ESTUPEFACCIÓN

De qué huimos? 

Por qué corremos, y hasta cuando?

Thursday, September 13, 2012

QUÉ PESADOS JUSTO AHORA ó MENSAJE ANÓNIMO


«Vecinos y vecinas de Sarrià-Sant Gervasi: ha llegado la hora de reivindicar nuestros derechos. Los vecinos y vecinas de este distrito sospechamos que pagamos más tasas y tributos al Ayuntamiento de Barcelona que los del resto de la ciudad, pero recibimos menos inversión pública que los demás. Para demostrar que tenemos razón, reclamamos del Ayuntamiento de Barcelona que calcule y publique las balanzas fiscales entre la hacienda municipal y todos y cada uno de los distritos.

 
Tras conocer esas cifras, las fuerzas vivas de Sarrià-Sant Gervasi procederemos a negociar bilateralmente con el equipo de gobierno municipal de la ciudad un pacto fiscal o concierto, que reduzca sustancialmente el expolio existente. Este distrito tiene un considerable déficit en infraestructuras y padece también bolsas de pobreza, por lo que no vale aducir que los vecinos somos, por lo general, acomodados.

 
Los vecinos y vecinas de Sarrià-Sant Gervasi estamos dispuestos a aportar lo que sea justo para conseguir sufragar los gastos de funcionamiento ordinario de la ciudad, a través de un cupo pactado entre las partes. El resto de lo que se recaude en Sarrià-Sant Gervasi será administrado por una Hacienda propia del Consejo de Distrito.

 
También aceptamos pagar una cuota de solidaridad para subvencionar a los distritos más desfavorecidos, cuya cuantía será fijada en la mencionada negociación bilateral. Ahora bien, esa cuota de solidaridad debe ser finita en el tiempo, pues, si no, no se incentivará a los vecinos de esos distritos a prosperar y crear riqueza; por el contrario, se les acostumbrará a una cultura del subsidio que fomenta la molicie y el atraso.

 
No creemos que la actual situación de crisis económica sea un obstáculo para alcanzar nuestros objetivos. Al contrario, creemos que es una oportunidad, y que nuestras peticiones serán vistas con simpatía por Europa. Llamamos a todos los concejales y concejalas que residan en Sarrià-Sant Gervasi para que hagan un frente común y antepongan la defensa de los legítimos intereses de sus vecinos y vecinas del distrito a cualquier otra consideración ideológica o política. Los sindicalistas (pocos) del distrito ya se han adherido a nuestra plataforma.

 
Si el Ayuntamiento rechaza nuestras peticiones, le recordaremos que Sarrià fue, hasta 1921, un municipio independiente, y Sant Gervasi de Cassoles lo fue hasta 1897, y que tenemos derecho a ejercer nuestra autodeterminación"

 
Vecinos y vecinas, gritad con nosotros: ¡Viva Sarrià! ¡Viva Sant Gervasi! ¡Sarrià-Sant Gervasi is not Barcelona! ¡Freedom for Sarrià-Sant Gervasi!»
 
Mas: Ya basta de cortinas de humo y de maniobras de distracción. Un pelín de respeto a la inteligencia media del ciudadano.

Wednesday, August 29, 2012

Los ejecutivos a veces hablan como gilipollas


Casi de vuelta al trabajo, pero aún descansando.

Iba a preparar un sesudo análisis de lo que significan las reflexiones de 37signals, (concepto y blog que recomiendo vivamente) pero creo que es mucho más claro ponerlo sobre la mesa simplemente.
Si no sonríes, ponte en contacto conmigo y comentamos (o, en su caso, te recomiendo un profesional que puede solucionar lo tuyo).

"The weakness in our value chain with the customer was really in our core product" 

Funny language from Domino's CEO, David Brandon 

(Translation: The company's service and delivery were fine, but the pizza sucked).


Tuesday, February 21, 2012

KUFFIYA, BRONCA Y AMOSÁNDA

Cuando la bronca social no lo es, se convierte en política. El maestro Rodríguez Braun lo anotó hace algún tiempo en su Diccionario al glosar la inevitable identificación que se perpetra en Occidente entre los conceptos de lucha social y lucha política.

Ese Occidente que tan magistralmente definiera ayer en la tercera de ABC el filósofo Guy Sorman como un cierto estado mental, concepto a contraponer al mero elemento geográfico o político.

Lo de ayer en Valencia comenzó, probablemente, como una bronca social, al menos en la mente de algún bienintencionado alumno que pensó que pasar frío en las aulas del instituto no tiene un pase en la España de 2012 (que no lo tiene). Pero acabó como siempre, cuando los de siempre (rectius: los talluditos de la kufiya y la "jornada de lucha anticapitalista") decidieron aprovechar la ocasión y montar la de Dios es el Ché

Ocasión que, casualmente, se presenta siempre que gobierna la derecha en España. No olvidemos que la policía represora está en excedencia cuando gobierna la izquierda, plantando flores en sus cascos antidisturbios y dedicándose a labores sociales, mientras que el día que entra a gobernar la derecha, esos mismos policías reciben inmediatísimas órdenes de vaciar los cascos de tierra y flor, encastrarlos en los cráneos propios y encargarse de perjudicar en lo posible los cráneos ajenos.

Cráneos ajenos que generalmente coronan cuellos abrigados por kuffiyas y que en muchas ocasiones sirven de asiento a rastas y/o modelos capilares más típicos de lo abertzale que del Kate Middleton style. Para qué nos vamos a engañar.

Me viene a la mente la pregunta (fascista, sin duda) de hasta qué edad se puede estudiar en un instituto público. Lo digo, perdónenme, porque viendo las fotos de hoy en EL PAIS, concluyo que muchos de los protestantes en Valencia son más de Barrio Sésamo y La Cometa Blanca que de los Teletubbies, no sé si se me entiende.

Leer hoy la prensa es ojear el TP anunciando el próximo episodio de FÍSICA Y QUÍMICA, telecínquica serie de varios alumnos de un instituto público representados, en adolescente oxímoron, por actores de más de treinta primaveras (de Praga).

Tengo que coger un avión (de esos que contaminan mucho, sí) así que resumo y me callo: policía represora y pegamenores. A esto llega un gobierno de derechas que ha traído al país a la ruina económica y social (en solo dos meses, es verdad, cosa que no hace sino evidenciar la potente faz antidemocrática del PP). No pasarán.

Éste, y el de Caperucita, dos clásicos.

Amosánda.