Tuesday, June 26, 2007

Credibilidades parciales

A veces uno no da crédito a lo que oye.

Asistimos a una situación extraña; en los medios de comunicación y en los corros políticos se ha producido una falla terrible en la coherencia, con fatal hecatombe para el pensamiento lógico. Hace unas semanas, lo que contaba el agente A era auto de fe, palabra de Dios, profundo dogma y flagrante evidencia.

El agente B ejercía muy recientemente como profeta de A, que era a su vez genio de la lámpara, gurú de la verdad suma. El agente B coincidía (¿cómo no hacerlo?) con el adalid de la sinceridad, agente A, y ambos parecían adorarse mutuamente cuando hablaban de la cuestión C, con profusas loas a la credibilidad del otro.

De repente, la cuestión C se tuerce, se retuerce y parece romperse (¿del todo?). El agente A sigue en la tónica que mantenía en el lapso temporal inmediatamente anterior, haciendo públicas determinadas informaciones que le facilita una fuente por todos conocida (agente D), fuente que ha decidido hacer público (como si no lo hubiera sido ya hacía unos meses) que, en las determinadas condiciones en que se encuentran sus conversaciones con B, no le interesaba seguir con la relación.

Herejía. Anatema. Alarma. (¿Cómo que no te interesa seguir?). De repente, como si se hubiera caído el cielo, B sufre algo parecido a una crisis de conversión, se cae del caballo de San Pablo, y se pega tal galleta que cambia el tercio de manera radical.

Agente B clama no sólo que agente A no tiene la más mínima credibilidad, sino que brama también que en ningún momento ni lugar del universo universal agente A la ha tenido. Nunca la tuvo y nunca se la dí, mantiene agente B, y lo dice tan tranquilo, como si ninguno de los que le hemos escuchado tanto tiempo decir lo contrario tuviéramos memoria. ¿Cómo vais a creer a agente A, hermanos, cuando dice ahora E, e insiste en que E es cierto y lo era antes? ¿No veis que agente A nunca ha dicho una verdad, que en la vida del señor señorial ha tenido la más mínima credibilidad?

Concluyo (sólo para los más despistados) identificando los términos de la ecuación: A es GARA. B es el gobierno español y su coro mediático. C es el proceso de paz. D es ETA. E es el conjunto de revelaciones (coherentes y lógicas) que está haciendo últimamente GARA en relación con los antecedentes de las negociaciones entre ETA y el gobierno español.

¿Y G? ¿Qué es G? G es lo que el gobierno español cree que somos, cuando pretende que nos traguemos otro sapo más. ¿Hace falta que ponga el restro de las letras que forman la palabra?

Pues eso.

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